Segundo Colimba: señores, muy buenas tardes, un saludo muy especial a los señores del cabildo, y felicitar a la señora regidora de nuestra vereda, pues que ha hecho esta gran convocatoria, a todos nuestros taitas, señores, exgobernadores, exregidores y líderes en general, también pues, aprovechando y felicitar la presencia de los compañeros de Cayambe, nos honran con su presencia, y como dice pues, la pregunta de cómo, esta vereda se constituye, la verdad, esta vereda pues, en la recuperación de las fincas, pues ya los taitas lo han mencionado, lo han dicho, posiblemente con fechas exactas, pero, en la realidad, aquí, los primeros habitantes, o primeras familias que nos ubicamos en este territorio a hoy en día denominado la Boyera, pues, fue de la siguiente manera.
Que se denominó y se creó vereda, en primer lugar, la vereda del Laurel, no se había tenido en cuenta un espacio, de capacitación se podría decir, ni en la niñez, ni en el adulto, pero ya, mirando esa necesidad, en la recuperación de esta importante vereda, que fue, que se fundó la Boyera, se fundó ya este espacio a donde estamos presentes, pero con una adición de capacitación, hacia la juventud, hacia el “alfabetizamiento” (alfabetización) que no teníamos, no existía, entonces por esos momentos se llamaba centro de capacitación, pero la niñez no se la había tenido en cuenta.
Mirando eso, con los pocos habitantes que existíamos en ese entonces, se preguntó, nos preguntamos, como vecinos, sus niños, y mis niños, a donde es que van a estudiar, a donde los tiene estudiando su persona, la contesta (respuesta) era en Panan y en el Espino, porque en ese entonces, era el Laurel, pero en Boyera, quedaba mucho distanciado hacia allá, había que pedir esa capacitación hacia los niños, pero tampoco era que estaba tan cerca, por ese motivo tuvimos que entrar a una pequeña asamblea de pocos habitantes, y tomamos la opción de hacer un censo, a nivel ya los dos puntos que era el Laurel y Boyera, y ya entonces la visión era, y ya dijo alguien, recuperar la tierra para recuperarlo todo, la visión era tener, en primer lugar era la base primordial de nuestros niños y nuestra juventud que es el estudio.
Ahí en ese entonces fue donde en el 86 (1986), ya comenzamos de unos a otros a decir, a donde van a estudiar nuestros hijos, siendo en entonces el gobernador, Elipcio Chiran, fue la solicitud de unos pocos padres de familia y le dijimos, queremos, que nos ayude a buscar esta solución, pero como esto era competencia del municipio, teníamos que acudir al municipio, el municipio nos negó en su totalidad, entonces, tuvimos que acudir al señor gobernador para que nos acompañe como primer autoridad, a nivel regional, en ese entonces, siendo mi persona representante como padres de familia, fuimos a la ciudad de Pasto, a buscar ese apoyo académico, y fue negativo, pero de allí que, de nosotros mismo hubo una persona, voluntaria que se presentó aquí y averiguó quienes éramos los padres de familia, y se presentó como bachiller, el señor, Jorge Olivo Fuelantala, él fue el primer docente que nosotros le pagamos, los padres de familia, por dos y tres años, iniciamos el proceso en el 86 (1986), en el 87 ya nos dieron una esperanza que si construíamos un aula, pero con las pocas familias que éramos, era difícil, así que pedimos ayuda a todas las veredas y nos colaboraron, como se dice la palabra con ese granito de arena, y reconstruimos las aulas que están aquí en seguida, allí se iniciaron las primeras clases, con el profesor Jorge Olivo Fuelantala, luego, para que nos den la licencia de funcionamiento de nuestra institución, era necesario tener personería jurídica, en el cual la junta de padres de familia, no lo tiene, entonces, hubo que ir pensando en la junta de acción comunal, para poder tener la personería jurídica, y solicitar esa licencia de funcionamiento de nuestra institución en ese entonces.
Así, nace la visión, y el sueño de ser nosotros vereda en el Cumbal luchábamos nosotros en el 87 con el taita Manuel Jesús y le decíamos que nos declare vereda, y decía que todo eso era imposible, talvez por falta de conocimiento, pero igual nosotros seguimos como es en la resistencia y la lucha y pensábamos entonces a tener la junta de acción comunal, para poder tenerla personería jurídica y poder tener esa licencia de funcionamiento, pero que pasa, que como nosotros no teníamos ni habíamos tenido conocimiento de ese proceso, fuimos a Pasto, como dijo alguien, talvez debiendo el cuy, o la gallina, pero nosotros en ese entonces no teníamos plata, pero nosotros tocó ir con nuestros propios recursos, con una directiva a Pasto, para solicitar la junta de acción comunal, y así, allá nos “trompezamos” (tropezamos), porque sólo llevábamos la propuesta y los nombres, pero no llevábamos lo fundamental, que era, el territorio, la junta de acción, el censo y lo que hacía falta, ¿qué hacía falta?, hacia falta, las firmas de las juntas, que ya existían.
Allí era en donde dividimos tareas, un compañero por el lado del sur, otro compañero por el lado del oriente, otro compañero por el lado del norte y el otro compañero por el lado de occidente, donde existían las juntas de acción comunal, así que por parte del occidente, el sur y el oriente, fue fácil, pero por parte del norte fue muy difícil, la vereda Cuaspud, se negó, y hay versiones que la vereda de Cuaspud no estaba de acuerdo con esta recuperación, por tal razón, nos denegaron esa firma, entonces les cuento compañeros, de ver que, la tarea nos tocó por ese lado a mí, yo acudí donde un propietario, se llama Bernardo Herrera, y mi pregunta fue, usted está afiliado a la junta de acción comunal de la vereda Cuaspud, dijo - no señor, y que pasa, lo que pasa es que como vecinos, queremos que nos colabore con una firma, dijo listo, y ¿cuál es el proyecto de ustedes?, primero, la escuela, segundo, la energía, tercero el acueducto, dijo, con mucho gusto, los felicito y entonces, dijo, yo no me hago a lado de esos indios, yo me hago al lado de ustedes, por eso, esa finca está, dentro del radio de acción, de nuestra junta de acción comunal que en ese entonces nosotros, desde ya lo denominamos vereda, desde el 88 en el 1988, por tal razón, al año ya pedíamos plazas y casa del comisario, y que nos dieron ese comisario y aquí esta de presente, fue don Adelmo Alpala, como comunitario, ya ahora sí, ya pudimos participar, en lo que era, plazas de profesor, y plaza de comisario en ese entonces, luego de allí, pues si ya, venimos luchando como junta de acción comunal y como habitantes de este territorio ya veníamos diciéndonos vereda, entonces ya haciendo las peticiones, de que teníamos que tener participación en el cabildo.
Y si fuimos unidos, primero fue la participación por tres años con teniente, y luego, gracias, y le doy las gracias a Gilberto Peregüeza, que no le tembló el pulso, y denominaron ya vereda a nivel de nuestro resguardo, y asignándonos esa participación, con candidato a regidor a Boyera y a San Martín; eso es pues, lo que se, ese sufrimiento, porque la gente pregunta, porque, como o porque, se denomina vereda, entonces, esa es mi locución, y les agradezco compañeros que me hayan escuchado mi participación y espero que haya sido claro, muchas gracias.
Pai, pai, pai a todos los lectores.
